La maldición de Diego Gelmírez y el robo del Códice Calixtino
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Gelmírez con el rey Alfonso VI. Miniatura del tumbo Toxos Outos
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La figura de Diego Gelmírez, primer Arzobispo de Compostela, es una de esas de la historia que permanecen escondidas al conocimento popular, pero que merecen toda la atención por su relevancia histórica e interés personal.
Mucha gente conoce datos como que fue el impulsor de la construcción de la Catedral de Santiago de Compostela, fruto de sus buenas relaciones con Roma y gracias a la financiación Alfonso VI y de un elenco de buenísimos canteros que hicieron posible la construcción de una de las joyas arquitectónicas y artísticas de nuestro patrimonio nacional, que según indica el Códice Calixtino debió ser terminada hacia el 1122.
Adelantado a su tiempo, al que sin duda debe tanto la historia compostelana, no sólo aporta luces a la misma si no que más allá de lo que muchos conocen, tiene un historial oscuro, digno de una buena novela de suspense o incluso una buena película de intriga.
Diego Gelmírez es un personaje rodeado de incertidumbres y datos desconocidos, tanto es así que se barajan dos fechas de nacimiento 1068-1070 y ni siquiera es conocido el lugar donde nació, aunque se supone que fue en Santiago. Su muerte también está rodeada de misterio ya que, aunque se sabe que murió en Santiago de Compostela, no se sabe a ciencia cierta dónde se encuentran sus restos, ya que la parte final de su vida fue un auténtico calvario de olvido, dolor y abandono.
Con más intereses políticos que religiosos y con los mejores contactos en los centros de poder más importantes de Europa. La verdadera motivación del Arzobispo era elevar a Santiago de Compostela al lugar que le correspondía como uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo después de Roma y Jerusalén. De hecho hay teorías que sostienen que pudiera haber sido él mismo el que habría sugerido la realización del manuscrito del Codex Calixtinus como parte de la labor propagandística para el fomento entre los fieles del camino jacobeo al mismisimo Calixto II, teoría perfectamente plausible ya que el Arzobispo mantenía una estrechísima relación con el Papa.
Como parte de ese plan para hacer de Santiago el centro de las peregrinaciones que deseaba, urdió lo que se conoce como «Pío Latrocinio» o dicho de otra forma «robo de reliquias» en la Catedral de Braga, haciendo robar los santos cuerpos de san Fructuoso, san Cucufate, san Silvestre y santa Susana, para así quitarle protagonismo a esta plaza y ganar peregrinos para su causa.
Es en este punto donde nos preguntamos si la historia en un giro de tuerca, devuelve la moneda de aquel robo de reliquias realizado hace más de doce siglos, con el robo de una de las piezas más importantes y valoradas del patrimonio compostelano, el Codex Calixtinus . Curiosidades de la historia.
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5 comentarios
Glorioso Mester
Esta serie de maniobras en la diócesis compostelana han pervivido "secula seculorum". No solo achacables a Gelmirez.
Recordemos la mítica batalla de Clavijo que, según los más prestigiosos historiadores, se afirma que ni siquiera existió, al menos en la fecha que se cita. Sin embargo esta presunta victoria sobre el moro, sirvió para, digamos, permutar el tributo de la Cien Doncellas, por un impopular impuesto llamado Voto de Castilla a favor de la compostelana diócesis. Otra maniobra fue la sutileza, que igualmente favorecería tanto a la clerecía como a toda la gerarquía compostelana en general de hacerse con la órden de los Freires de Cáceres y formar con ella la Orden de caballería de Santiago, en detrimento de la diócesis de Mérida que perdería importancia frente a la compostelana. Y por no crear más polémicas dejemos para otro día y asunto la mítica tumba del Apóstol frente a la enorme probabilidad priscilianista: La tradición frente a la presunta historia. Saludos.
Ales
Y eso de que Prisciliano esta enterrado en Santiago en que lo basas ?
Ales
No fue el obispado de Compostela quien impulso el voto de Castilla, sino la realeza a quien le interesaba desviar fondo y tierras conquistadas para la Iglesia, evitando asi que engordase demasiado el poder de los nobles que se convertian en levantiscos y desobendientes a la Corona .. Esto es de ABC de la Historia. Me parece ridiculo tener que aclararlo
Glorioso Mester
Estamos hablando de lo mismo pero con distintos argumentos.
Lo hizo por supuesto la realeza, siempre a instancias de la diócesis compostelana.
O acaso ¿Quienes recibirían durante 800 años dicho impuesto?
Al igual que con la inquisición la Iglesias jamás se manchó las manos, y váaga la comparación, siempre tuvo brazos ejecutores que lo hicieran por ella. Al fin y al cabo la realeza controló mejor a la iglesia que a la nobleza reaccionaria. Y siento le parezca ridículo cuando todavía existen más cosas de estudio profundo para que algún día sin poderes fácticos puedan aclararse. Atentamente
Glorioso Mester
Buenas noches estimado Ales.
Como sería muy largo de argumentar, tampoco quisiera responderle como gallego tradicional, sugiriéndole en que se basa el supuesto enterramiento del Apostol Santiago o de Pablo de Tarso según apuntan ultimamente.
No me estoy basando en la obra de Ramón Chao ni en otros (algunos oportunistas, por cierto) pero lo cierto que sin intentar revolucionar ni polemizar mitos, jamás (al menos con los medios científicos actuales) podrá demostrarse según lo argumentado por diversos autores contrapuestos tanto el enterramiento ni de uno ni de otro. Lo de Sant Yago está basado sobre unos extraños testimonios de hace 10 centurias, mientras lo del hereje Prisciliano, y que por cierto cobra cada vez mayor relevancia, lo asocian al haber analizado los restos del arca con C-14 y demostrar que pertenecen al siglo III. Posiblemente Fernándo Sánchez Dragó le pueda aportar más testimonios, al menos los que yo tengo en mi documentación recopilado al respecto.
Reciba un afectuoso saludo